Ayuntamientos al máximo de sus posibilidades

Es cosa de todos los días lo que sucede en los ayuntamientos del país, principalmente en los municipios pequeños, pero las grandes ciudades no escapan de la sombra de la ineptitud. Cada tres años existe una renovación de carteras, funcionarios, programas y prioridades que se convierte la administración pública en maquinaria de congelamiento; es decir, pasa el tiempo y todo o casi todo sigue igual.

En Nayarit no es la excepción. Si alguien pudiera salir del Estado o del país por algunos años y regresa, verá que poco a cambiado. Estoy seguro que cuando salga de las islas podré moverme por la ciudad de Tepic o alguna otra comunidad sin ningún problema. La dinámica de desarrollo, crecimiento ordenado y transformación son temas del futuro, no del presente.

El problema es que los ayuntamientos se convierten en empresas de empleo y sub empleo temporal, por lo tanto todo es comenzar cada tres años, el primer años de acomodo y aprendizaje, el segundo ya medio se avanza, el último se piensa en las elecciones; y tan-tan.

Debe de pensarse en mecanismos de desarrollo institucional como el Servicio Profesional de Carrera a nivel municipal (y también local), reformar la ley para que los programas ciudadanos (dentro de la planeación democrática) sean legalmente a largo plazo como se establecen, tal vez ciudadanizando los COPLADEMUN; entre otras situaciones que permitan institucionalizar los esfuerzos municipales.

Tal vez la reelección de los cabildos, la extensión a cuatro años de los ayuntamientos son escenarios cuestionables, pero los que se enumeran anteriormente, creo que son fundamentales.

Por lo pronto, de no hacerse nada, tampoco se puede culpar a los presidentes municipales, los regidores y demás; ellos también son víctimas de las circunstancias, de la cultura política del país, ellos actúan y gobiernan como creen que es lo correcto, amén de los compromisos de campaña.

Hay una frase muy adoc del escritor británico William Somerset Maugham : Sólo una persona inepta rinde al máximo de sus posibilidades. Entonces, los ayuntamientos hoy y siempre rinden al máximo de sus posibilidades, las posibilidades reales y naturales de la ineptitud.